Reconstrucción mamariaActualmente, sólo un tercio de las pacientes en las que se realiza una mastectomía por cáncer de mama deciden reconstruirse la mama. Es un porcentaje muy bajo si tenemos en cuenta que en la mayor parte de los casos es por falta de información sobre esta opción. El profesional encargado de hablar a la paciente de esta posibilidad es su médico en el momento del diagnóstico, con frecuencia un especialista en Ginecología o en Cirugía General, que se encargará posteriormente de realizar la extirpación del tumor y de la mama si fuera necesario. El profesional encargado de la reconstrucción mamaria es el especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, único que tiene la formación y entrenamiento adecuados para ofrecer a cada paciente la reconstrucción indicada en cada caso.

Hay tres tipos de reconstrucción mamaria: aloplástica, autóloga y mixta. La reconstrucción aloplástica es la que se realiza con implantes (expansores y prótesis mamarias), la reconstrucción autóloga emplea tejidos del propio cuerpo para reconstruir la mama, habitualmente tejido abdominal, pero también pueden utilizarse los muslos, las nalgas o la espalda; y la reconstrucción mixta combina ambos tipos de técnicas: tejidos propios e implantes. La elección de una u otra técnica debe realizarse de manera individualizada, es decir, personalizada y a medida para cada mujer.

Lo más importante en el cáncer de mama, como en el resto de tumores, es conseguir su curación. En este sentido ¿qué papel juega la reconstrucción mamaria en la curación de la paciente? Fundamentalmente la mejora de su calidad de vida. La reconstrucción mamaria puede realizarse en el mismo momento de la mastectomía (reconstrucción inmediata: 40% del total) o tiempo después de la amputación mamaria (reconstrucción diferida). Que se haga en uno u otro momento depende de múltiples factores, tanto médicos (tipo de tumor, estado de la enfermedad, necesidad de tratamiento adyuvante – quimio o radioterapia) o no médicos (decisión de la paciente, presencia de Cirujano Plástico en el hospital donde se realiza la mastectomía).

Es fundamental explicar que la mama reconstruida nunca será igual que la contralateral, ni tampoco igual que la extirpada, ya que cada mama grande o pequeña, caída o no, es única y propia de cada mujer, pero sí se asemejará en forma y tamaño para paliar la pérdida de un elemento anatómico importante desde el punto de vista estético y funcional.

Aunque en determinados sectores de la población sigue considerándose una frivolidad la reconstrucción de la mama amputada, no debemos olvidar que aunque la mama tiene una función estética, como parte característica de la anatomía de la mujer, también tiene un carácter funcional, dado que como específica del cuerpo femenino conforma su figura y condiciona el vestirse cada día: puede que la mujer no tenga problema en verse en el espejo sin una mama, pero en el acto cotidiano de ponerse el sujetador, deberá introducir un sustituto en la copa de la mama ausente si no desea contar con una asimetría en la vestimenta. En este sentido la reconstrucción mamaria simplifica el acto de vestirse tras la mastectomía. Sin hablar del beneficio psicológico de recuperar (reconstrucción diferida) o de no perder (reconstrucción inmediata) la silueta femenina.

En este sentido, debemos considerar la Cirugía Plástica, o mejor los procedimientos plásticos reconstructivos no como un lujo, sino como un derecho, ya que lejos de aumentar los costes de los procedimientos terapéuticos, contribuye a la optimización de recursos, disminución de estancia hospitalaria y mejora de la calidad de vida de las pacientes intervenidas.

¿Habéis tenido alguna experiencia cercana con la Reconstrucción Mamaria en la que ésta haya sido importante en la mejora de la calidad de vida?